Las colecciones científicas albergan un gran acervo de información
primaria para generar el conocimiento sobre la diversidad biológica y su distribución
geográfica. Los especímenes depositados en las colecciones científicas y su
información asociada (i.e., localidad
de colecta y fecha), contienen los datos básicos indispensables para conocer la
biodiversidad en una región determinada. Por ende, los inventarios biológicos y las colecciones
científicas, forman parte fundamental en los
estudios biológicos (Peterson y Sánchez-Cordero, 1994; Sánchez-Cordero
et al., 2001). Esta información ha sido fundamental para el uso de los MNE, permitiendo caracterizar el nicho ecológico de las especies al asociar las localidades de registro con mapas de variables climáticas y topográficas.
Considerando
la relevancia de las colecciones científicas resulta indispensable el poder
acceder a esta información. Buscando solventar esta necesidad, han surgido una serie de recursos en línea que
han logrado el acceso a un gran número de colecciones a través de servicios web. Para México contamos con la REMIB http://www.conabio.gob.mx/remib/doctos/acerca_remib.html
que
permite el acceso a las colecciones científicas de México. Por otro lado, se
cuenta con una página web creada en el 2001, The Global Biodiversity
Information Facility (GBIF) http://www.gbif.org/
que ha logrado acceder a un gran número
de colecciones a nivel mundial. Sin duda el aporte de estos servicios informáticos
favorecerá el avance en las investigaciones científicas al poner a nuestra
disposición el acceso a la información básica de las especies. Sin embargo, un
punto importante a considerar es que esta información siempre tendrá errores y
limitaciones los cuales han sido discutidos en diversos artículos científicos (i.e., Ponder et al, 2001; Graham et al
2004). Por lo tanto, su uso siempre debe ser con cautela y con una revisión previa.
Evitando errores en nuestros resultados que nos lleven a interpretaciones
incorrectas de los MNE.
E
n la última década, el modelado de nichos ecológicos (MNE) se ha convertido en una disciplina cada vez más relevante en la investigación científica con una gran variedad de aplicaciones dentro de las ciencias biológicas como la ecología, evolución, biogeografía y la conservación. Esta disciplina se ha visto favorecida por el desarrollo de herramientas informáticas como son: los Sistemas de Información Geográfica (SIGs), que ha permitido el manejo de información cartográfica en formatos digitales (Mapas temáticos con información climática, de vegetación, poblados, localidades de especies, etc.) y el desarrollo de una serie de programas de computo que favorecen el análisis de esta información geográfica (GARP, MaxEnt, OpenModeller, etc.).
Como enfoque de investigación, los modelos de nicho ecológico descansa en un cuerpo teórico maduro y robusto que se ha venido desarrollando desde principios del siglo XX con los primeros trabajos de J. Grinnell sobre los factores que controlan la distribución de las especies y posteriormente la concepción de G. E. Hutchinson en los 50's de un espacio ecológico en el que las especies mantienen distribuciones individuales. Estos trabajos establecieron el marco conceptual de la teoría del nicho ecológico, que resulta fundamental para entender el proceso y los resultados de estas herramientas.
Es muy claro que el modelado de nichos ecológicos está teniendo cada vez más relevancia en la investigación científica y la toma de decisiones. Cada vez es más frecuente encontrar en las revistas de mayor impacto científico publicaciones en las que este enfoque es la herramienta central de análisis. Aunado a esto, el modelado de nichos ecológicos como tópico de investigación es un campo fértil para el trabajo interdisciplinario que ha un puede ser enriquecido desde su parte conceptual como con el desarrollo de nuevas herramientas para su implementación y análisis.
